Consejos para mantener tu pelo sano por más tiempo

Cepillado:

Cepillar el cabello no sólo en la noche, sino también antes de lavarlo. Así evitas que se enrede cuando esta mojado, deshaces nudos que podrían dificultar la penetración del shampoo y facilitas también el posterior desenredado (justamente cuando el pelo está húmedo se encuentra en su estado de mayor debilidad y con mayor tendencia a sufrir rotura).

La temperatura del agua:

Que levante la mano quién no haya oído (más de una vez) lo bueno que es para el pelo hacer el último enjuague con agua fría. Y aunque esto es más que recomendable y cierto (el agua fría estimula la circulación sanguínea y cierra la cutícula, lo que se traduce en un cabello más brillante) también es importante la temperatura del agua con la que haces todo el lavado. Y aunque no es necesario que todo el lavado se haga con fría, sí lo ideal es que esté tibia ya que  el agua fría no disuelve 100% la grasa y por otro lado el agua caliente daña el cabello.

No frotar:

Aunque es una creencia generalizada (la de frotar el pelo rápidamente creyendo que cuanta más espuma, más eficiente será el lavado) el experto de Pantene nos confirma que esa teoría es errónea y contraproducente. ¿Los motivos? Frotando el cuero cabelludo activarás las glándulas sebáceas y se producirá un efecto rebote. Lo que realmente limpia el cabello es el shampoo. La función de los dedos es únicamente la de repartir el shampoo en todo el cuero cabelludo. Por eso, la forma correcta de lavar el cabello es aplicando el shampoo solo en la raíz y sin subir el resto del pelo a la parte superior de la cabeza.

¿Cambiar de shampoo?

Otra creencia popular que puede estar jugándote alguna mala pasada: cambiar de shampoo “para que el pelo no se acostumbre”. Tal y como explica María Castán, experta de Wella, esta convicción de que el cabello se vuelve inmune a los beneficios de un mismo producto es errónea. “La verdad es que no hay evidencia científica que pruebe esta creencia. Si hablamos desde un punto de vista biológico, el pelo (la fibra capilar) no tiene vida, por eso, no duele cuando lo cortamos, y es por esta razón por la que no es posible que se acostumbre a algo. Es sólo la percepción de cómo el cabello responde a un producto conocido o a uno nuevo”, explica. Por eso, si te funciona, no lo cambies.

Uso de aceites

Las mascarillas y los acondicionadores ayudan pero, sin duda, los tratamientos que consiguen reparar el cabello sin necesidad de cortarlo son los aceites. Un cabello sano empieza en la raíz. La raíz es la parte más sana del cabello, que se vuelve más deshidratado cuanto más lejos está del cuero cabelludo. El aceite restaura el contenido de cada fibra capilar haciendo que cada una se vuelva translúcida de nuevo, produciendo el brillo que lucen los cabellos sanos”. ¿El modo de aplicación de los tratamientos en aceite? Dos veces por semana, mecha a mecha y, si puedes, déjalo actuar de 20 minutos a varias horas. “Puedes potenciar su efecto añadiendo alguna fuente de calor como un secador, una envoltura de film o una toalla caliente”, explica Philipp, experto de Redken. 

Cepilla partiendo por las puntas

Es sumamente importante la forma en la que desenredas tu pelo en seco al despertar. “Lo ideal es realizar el cepillado completamente seco y con suavidad, empezando por las puntas, siguiendo por la parte media y terminando en la raíz”, explica el responsable técnico de Termix, que apunta otro gesto fundamental: “Hacer del cepillado un suave masaje para nuestro cuero cabelludo facilita el aporte de nutrientes al bulbo piloso. Notarás que tu cabello se vuelve más brillante y grueso”, explica.

Un secador profesional

Aunque uno de los mejores tratamientos que puedes darle a tu pelo es dejarlo secar al aire, si recurres con frecuencia al secador (uno de los gestos que más deshidratan tu cabello) intenta que sea un secador profesional. Tal y como lo explica Eduard Bolona, “la gran diferencia entre un secador no profesional y uno profesional es la potencia”. Y es que un secador profesional “ayuda a reducir el tiempo de secado”, y por tanto, reduce también el daño al que le sometemos.

Proteínas marinas

Lo dice un estudio publicado en el Journal of Investigative Dermatology: los suplementos alimenticios a base de extractos marinos garantizan el crecimiento del cabello y reducen su caída. ¿Cómo incluirnos en nuestra dieta? Según el mismo estudio, tomándolos dos veces al día. Y es que las mujeres que lo incluyeron así en su dieta observaron una mejoría del 75% en el volumen general de su cabello y una disminución de pérdida capilar de un 81%. ¿Una recomendación de suplementos que contengan proteínas marinas? Viviscal Máxima Fortalece, un complejo alimenticio con extractos marinos y vitamina C.

Proteínas animales

Amén de suplementos nutricionales, es importantísimo cuidar lo que comes para mantener la salud de tu cabello. Las dietas milagro y los cambios bruscos de peso afectan de manera directa a la apariencia (y a la salud) de tu melena. Por eso, además de comer de forma equilibrada, es importante tener en cuenta otra máxima: las proteínas que ingerimos en nuestra dieta intervienen de manera directa en la formación de queratina. Por eso es imprescindible no suprimir el consumo de proteínas (presente en huevos, leche, queso, pescado y carne) y potenciar también el de ácido linoléico, vitaminas del grupo B, magnesio y zinc. También es esencial el consumo de proteínas vegetales (presentes en las legumbres) y de frutos rojos, poseedores de altos niveles de antioxidantes.